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El "error" de estudiar para el futuro

Actualizado: 13 mar


"En la escuela no nos enseñan cosas que sirvan para la vida real", ese es un comentario muy común con el que muchos estudiantes se quejan del modelo tradicional educativo. El cual llega a generar más frustración y dudas, que certezas.


Si bien es cierto la educación universitaria tiene áreas de mejora importantes, comenzando por la oferta educativa, planes de estudio, así como las metodologías de enseñanza. Considero que hay un enfoque erróneo, del cual somos partícipes los diversos involucrados en el proceso de enseñanza y aprendizaje: “estudiar para el futuro”.


Esta frase era valiosa y aplicable hace algunos años, en donde no existían tantos cambios en la sociedad, las cosas eran relativamente más “estables”, y desde luego, no había demasiada tecnología como ahora. Ese mundo, era “mucho más lento” del que hoy habitamos. El futuro se veía muy lejano, por lo tanto, era loable preparar a los profesionistas en ese sentido.


Ahora bien. Ver a la educación como algo para el futuro es positivo en el sentido de que en teoría estaremos preparados para las nuevas exigencias que se presentarán. Sin embargo, también el hecho de plantearlo "para después" puede restarle importancia en el presente.

Es un hecho que el estudiante que cursa la universidad durante 4 años y se tiene que "esperar" a egresar de la licenciatura para poner en práctica los conocimientos que adquirió, no podrá aprovechar al máximo todo.


Por lo tanto, un cambio de enfoque que vea a la enseñanza como algo para el presente, nos puede dar muchos beneficios. El reto es identificar con claridad la manera en que se puede llevar a la vida real lo que estamos aprendiendo.

Se requieren cambios en las instituciones, en la forma de enseñar, eso es cierto. Pero, de poco servirán si la mentalidad respecto a la educación no cambia.

Debe de priorizarse la utilidad que tiene aprender algo hoy. Esto es lo están haciendo muy bien algunas aplicaciones que ofrecen cursos, principalmente de tecnología. En donde se enseñan a los alumnos algunas habilidades que les permiten obtener trabajos en el corto tiempo, e incluso emprender en el sector digital.


Es precisamente por ello, que surgen las comparaciones entre ese tipo de educación “informal” y las opciones tradicionales. Mismas que si se hacen desde una perspectiva simplista, nos harían concluir que un curso de algunas semanas nos puede aportar mucho más valor que una carrera universitaria (hay que reconocer que en algunos casos sí puede ser cierto).

Y antes de continuar es importante aclarar algo: cualquier tipo de educación tiene su propio valor.

Regresando al tema del enfoque, es entonces un punto crucial que nos permitirá aprovechar de forma más inmediata lo que estamos aprendiendo.


Se trata de “dejar de estudiar para el futuro” y estudiar para el presente.


Por ejemplo, quien estudia contabilidad cuenta con la posibilidad de aplicarla en diversos ámbitos, desde el entorno personal hasta el profesional. Esto desde la etapa de estudiante.

Un estudiante de cocina no necesita esperar hasta su servicio social o prácticas. Puede comenzar vendiendo comida los fines de semana desde su casa.


Y así, la gran mayoría de las profesiones nos brindan esa oportunidad de irnos involucrando de forma gradual. Principalmente con la digitalización, que nos permite obtener un trabajo remoto o bien iniciar algún negocio sin requerir mucha inversión.


La invitación es a que como estudiante universitario te hagas la pregunta: ¿de qué manera puedo poner en práctica hoy, lo que estoy aprendiendo en la universidad? Incluso, el emprendimiento es una gran alternativa porque puedes aprovechar todo el conocimiento teórico para llevar algo a la práctica.


No quiero terminar este artículo sin recordar algo que considero muy valioso, y tiene que ver con la responsabilidad compartida: tanto profesores como alumnos deben de asumir la parte que les corresponde y trabajar de forma conjunta para lograr que la educación logre un cambio profundo, tanto en los que enseñan como en quienes aprenden.


¿Qué opinas?


Irving A. Calvo Valenzo



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